La otoplastia se realiza con anestesia local o general y dura aproximadamente 1 o 2 horas. El procedimiento se realiza a través de incisiones pequeñas en la parte posterior de las orejas. El cirujano remodela el cartílago de las orejas para corregir su posición, forma o tamaño.

Los candidatos ideales para someterse a una otoplastia son personas que:

• Presentan orejas prominentes, asimétricas o de tamaño desigual.
• Deseen mejorar la apariencia de sus orejas.
• Tengan un IMC (índice de masa corporal) inferior a 30.
• No tengan enfermedades crónicas que puedan interferir con el procedimiento.

La recuperación de la otoplastia suele ser rápida y sencilla. El paciente puede volver a casa el mismo día del procedimiento. Los síntomas más comunes durante la recuperación son:

• Hinchazón: La hinchazón es normal después del procedimiento y suele durar entre 2 y 4 semanas.
• Dolor: El dolor suele ser leve y se puede controlar con analgésicos.
• Moretones: Los moretones suelen desaparecer en unas semanas.

¿La otoplastia es un procedimiento doloroso?

La otoplastia suele ser un procedimiento indoloro, ya que se realiza con anestesia local o general. Sin embargo, es posible que el paciente experimente algo de dolor después del procedimiento, que se puede controlar con analgésicos.

¿La otoplastia es un procedimiento seguro?

La otoplastia es un procedimiento seguro que se realiza con frecuencia. Sin embargo, como cualquier procedimiento médico, existe un riesgo de complicaciones, aunque son muy poco frecuentes. Las complicaciones más comunes son:

• Infección: La infección es una complicación rara, pero puede ocurrir.
• Sangrado: El sangrado es una complicación rara, pero puede ocurrir.
• Acumulación de líquido: La acumulación de líquido es una complicación rara, pero puede ocurrir.

En conclusión, la otoplastia es un procedimiento seguro y eficaz que puede proporcionar resultados naturales y duraderos. Es una buena opción para las personas que desean mejorar la apariencia de sus orejas.